miércoles, 8 de diciembre de 2010

Educación y competitividad: una comparación


El World Economic Forum publica todos los años el Índice de Competitividad Global (GCI) en el mundo. Una clasificación que mide la capacidad de un país para proveer de altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos. Analiza cuestiones como el funcionamiento de las instituciones públicas, la fortaleza de las empresas y del sistema financiero, el grado de corrupción, la burocracia, las infraestructuras o el sistema educativo de cada país. En función de los resultados de cada estado se elabora un ránking que se publica anualmente.

Actualmente es el indicador más fiable y más usado por los economistas para comparar la capacidad de competir de un país, las posibilidades de desarrollo de sus ciudadanos en comparación con los de otros estados.

Es muy bueno comparar estos resultados con el Informe PISA que conocimos ayer. Este estudio sólo afecta a una de las variables que analiza el GCI, -el de la educación y en un momento determinado del ciclo- y no incluye el mismo universo de países, pero ofrece una enseñanza muy significativa, sobre todo para España: la inmensa mayoría de los países que están por delante de nosotros la clasificación del Informe PISA también lo están en el Índice de Competitividad.

Un país con un sistema educativo deficiente es también deficiente en productividad y en competitividad. Probablemente ya lo sabíamos, pero cuando lo ves negro sobre blanco asusta un poco pensar en nuestro futuro.

Doy los nombres de los quince primeros países en las dos clasificaciones. Están todos en la página del World Economic Forum y en la de la OCDE.

GCI 2010

1. Suiza
2. Suecia
3. Singapur
4. Estados Unidos
5. Alemania
6. Japón
7. Finlandia.
8. Holanda.
9. Dinamarca
10. Canadá
11. Hong Kong
12. Reino Unido
13. Taiwán
14. Noruega
15. Francia

42. España

PISA 2009 (Competencia científica)

1.Shanghai
2. Finlandia
3. Hong Kong
4. Singapur
5. Japón
6. Corea del Sur
7. Nueva Zelanda
8. Canadá
9. Estonia
10. Australia
11. Holanda
12. Taiwán
13 Alemania
14. Liechtchestein
15. Suiza

36. España

miércoles, 27 de octubre de 2010

A sus señorías: no hay juegos sexistas


La Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado una iniciativa que pide al Gobierno medidas para eliminar los "juegos sexistas" de los patios de los colegios e implantar protocolos que fomenten un juego infantil que no distinga por género. El texto ha contado con el voto favorable del PSOE y la oposición del PP.

Me gustaría preguntar a sus señorías qué entienden por "juegos sexistas". ¿El fútbol discrimina por género? ¿las muñecas? ¿las chapas? ¿las pulseras con forma? Que me digan un juego no sexista y lucharé para implantarlo en todos los colegios que pueda. Pero ¿no se dan cuenta nuestros diputados de que el sexismo es una actitud y los juegos no tienen actitudes?

¿Y qué quieren decir sus señorías con fomentar juegos infantiles que “no distingan por género”? Volvemos a lo mismo: ¿las muñecas se dejan vestir si la que juega es una niña y se rebelan si es un niño? ¿el balón rueda perfectamente si es impulsado por un niño y se para si lo hace una niña? Absurdo.

Habrá sexismo en los juegos de los recreos si los profesores obligan a los niños, por ser niños, a jugar de una determinada forma y a las niñas, por ser niñas, de otra. Pero, por favor, en ese caso los juegos y los juguetes no tendrían la culpa del sexismo de los maestros.

Claro que hace falta fomentar la igualdad y cuanto más temprano se empiece mejor, pero de ahí a calificar de sexistas los juegos no tiene nombre. Bueno sí: es una idiotez. En esta ocasión, la ignorancia ha jugado una mala pasada a los defensores de lo políticamente correcto.

P.D.: Es una cita textual del diputado socialista José Alberto Cabañes: "Los juegos y juguetes tradicionales, y también los modernos, contienen sesgos sexistas y de violencia, que es lo que hay que tratar de eliminar para que verdaderamente tengamos una educación en igualdad que tenga en cuenta a niños y niñas". ¡Tiemblen las jugueteras, que a partir de ahora tendrán que eliminar los "sesgos sexistas" en sus productos!

viernes, 8 de octubre de 2010

La peligrosa guerra de las divisas


No es la de las galaxias, pero casi. Desde luego, es el tema estrella de la reunión del FMI: el director gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn acaba de alertar del riesgo que supone para la recuperación que los países utilicen sus monedas para intentar capear por su cuenta el temporal.

En los últimos días, varios países han utilizado de forma unilateral su política monetaria como herramienta contra el estancamiento económico, lo que ha provocado tensiones en los mercados. El Banco de Japón ha reducido sus tipos a cero y ha vendido yenes por primera vez en seis años para evitar una apreciación de la moneda y, por lo tanto, una pérdida de competitividad de sus productos; Brasil ha amenazado con intervenir para rebajar también el tipo de cambio del real. La Reserva Federal de Estados Unidos ha anticipado que podría aplicar nuevas medidas de expansión económica para estimular el crecimiento y el mero anuncio ha tumbado el dólar frente al yen y al euro. Hoy, por ejemplo, la moneda europea ha rozado los 1,40 dólares, máximos de ocho meses.

A todo esto se une la negativa de China a revaluar el yuan, que en gran medida es lo que está ocasionando este convulso movimiento de las divisas. En cierta forma, China se está comportando con su moneda de forma similar a como lo hace en las actividades industriales: compite haciendo dumping. Mientras que el empresario occidental tiene que regirse por unas reglas –laborales, fiscales, medioambientales,..- que le suponen costes añadidos al producir, el chino no tiene ninguno de ellos, por lo que le cuesta menos fabricar y, por lo tanto, puede colocar mucho más baratos en el mercado. Lo mismo ocurre con el yuan: lo mantiene artificialmente bajo para vender mejor sus productos en el extranjero.

Si, además, el Gobierno chino interviene en el mercado de divisas comprando dólares, euros y yenes, con lo que consigue subir la cotización de estas monedas, tenemos el cóctel perfecto. La semana pasada, por ejemplo, China anunció que empezaba a comprar bonos griegos y lo justificó como prueba de su confianza en la economía de ese país. La verdad era que con la compra de deuda griega lo que pretendía era fortalecer el euro.

Desde luego, en el FMI todas las miradas se han dirigido a China. Se le ha pedido que revalúe el yuan, pero el Gobierno se niega porque considera que una pérdida de competitividad –lo que supondría vender menos porque sus productos serían más caros- provocaría una revolución social en el país.

La guerra está declarada. El mundo necesita que se firme la paz y para ello hace falta consenso por parte de los principales actores internacionales. Es urgente porque unos trimestres más con los niveles de crecimiento actual pueden llevar a que cada país haga la guerra por su cuenta utilizando su moneda como arma. Y el FMI tiene razón: nadie sale de la crisis por libre y, además, corre el peligro de conducir a los demás al abismo.

martes, 14 de septiembre de 2010

El preocupante desvarío de Zapatero


La intervención de Zapatero en la conferencia organizada por el Fondo Monetario Internacional en Oslo fue muy, muy preocupante. Que el presidente del Gobierno acuda a una reunión internacional sobre el el crecimiento y el emoleo y no se le ocurra proponer más que las ideas peregrínas del ofrecer España como "laboratorio" de ideas contra el desempleo y de la "formación como trabajo" indica que ya no sabe qué hacer para reducir el paro en nuestro país.

Esto es lo más grave de lo ocurrido en Oslo. España se presentó allí con la tasa de paro más alta de los países desarrollados, con un desempleo juvenil que alcanza el 40% de la población de esa edad, con más de 2,7 millones de puestos de trabajo destruidos en tres años... y el presidente fue incapaz de aportar una sola idea o iniciativa que ayude a revertir la situación.

Dicen que Zapatero improvisó. Si es así, la reacción de la opinión públida de hoy le tiene que hacer reconsiderar que hay temas serios que hay que llevar estudiados a las reuniones internacionales. Porque ayer los analistas estaban pendientes de las recetas que podría aportar Zapatero contra el paro, de alguna idea -no hacía falta que fuera propia- que proporcionarac pistas de lo que el Gobierno considera que hay que hacer para reactivar el mercado de trabajo en España. Al margen, claro de ese abaratamiento del despido que ha supuesto la reforma laboral.

Pero el presidente no dijo nada interesante sobre la movilidad laboral, sobre la negociación colectiva, sobre estímulos fiscales a las empresas, sobre planes de reconversión de sectores agotados, sobre innovación y formación -la idea de los parados se califica por sí misma-, sobre inversión en I+D,...

Efectivamente, el mercado laboral español pasa por una situación muy complicada. Vivía de la construcción, del turismo y de otros sectores -como el automovilístico- que no volverán a ser como antes, Y muchos empleos que se han perdido en los servicios -sector financiero, por ejemplo- tampoco tienen visos de recuperación a corto plazo. Pero el Gobierno no puede dar la impresión de haber tirado la toalla como hizo ayer Zapatero. Hay solución, seguro. Pero, al menos hay que crear el clima para ello. Ni el presidente ni sus ministros están en condiciones de hacerlo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Creer en Hawking, creer en Dios


Me he hecho muchas veces la pregunta ¿qué había un nanosegundo antes del Big Bang? La respuesta más racional que he encontrado es que allí estaba el que puso ese núcleo primigenio y ordenó que estallara.

La pregunta y la respuesta me han vuelto a surgir al hilo de los comentarios sobre el último libro de Stephen Hawking, en el que, según lo que conocemos de él porque todavía no se ha publicado, dice que Dios no es necesario para explicar el origen del Universo. Desde que se conoció este pensamiento se han vertido todo tipo de comentarios sobre su existencia. La de Dios, no la de Hawking.

Pero esta teoría encierra una tremenda paradoja. El que siga a Hawking hasta aquí necesita un acto de fe, ya que el científico no puede aportar argumentos racionales para concluir que el Universo nació de la nada por generación espontánea o que se formó a partir de unas leyes preexistentes -¿a qué? ¿qué leyes regían la nada?-. Te lo crees o no. Y no hay nada más paradójico que cimentar en la fe la inexistencia de Dios.

Y a raíz del libro de Hawking ha salido a la luz otro planteamiento con el que se han culminado muchos de los comentarios de estos días. Viene a decir que el mundo es demasiado difícil –guerras, catástrofes naturales, enfermedades, en definitiva- como para que un Dios todopoderoso sí, pero también bondadoso y misericordioso, lo haya creado y lo rija desde su principio. “¿Un Dios bueno que permite el mal? No me cabe en la cabeza, no lo entiendo, por lo que no puede ser posible”, se viene a decir.

Pero esa es otra cuestión. Primero hay que preguntarse ¿qué/quién es Dios? y quizá podamos llegar a respuestas más o menos satisfactorias desde la razón. A partir de hay surge el segundo interrogante: ¿cómo es Dios? Y esta contestación sí exige la fe.

jueves, 26 de agosto de 2010

No pagar al que no quiera trabajar


"Gano 1.200 euros en el paro y me quedan quince meses. Ya me plantaré trabajar cuando llegue el momento". Me lo decía casualmente alguien con quien he coincidido este verano pocos días antes de que el Gobierno hiciera pública su intención de retirar las prestaciones por desempleo a los parados que no acepten un trabajo o no acudan a los cursos de formación que les proporcione el servicio estatal de empleo.

Quizá sea una de las medidas más acertadas que pueda tomar el Ejecutivo para intentar poner remedio un anquilosado sistema de protección del desempleo que se ha basado -con todos los Gobiernos- simplemente en dar un dinero al que no tiene trabajo en lugar de promover de forma activa su reincorporación al mundo laboral, bien con un nuevo trabajo o bien facilitando su reinserción con cursos de formación específicos.

Pero no olvidemos que ése es ya el objetivo principal del Servicio Público de Empleo Estatal –el antiguo INEM- y los resultados prácticos defraudan absolutamente: como publica hoy Elmundo.es, sólo el 3% de los contratos que se firman en España se sellan gracias a la gestión del servicio público; es decir, se encuentra absolutamente al margen de la realidad del mercado laboral español.

Algo lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta por ejemplo, como señala el mismo reportaje de Begoña P. Ramírez, que de los 39.000 millones de euros que gestionan los Servicios Público Estatal de Empleo, 31.000 millones se destinan al pago de las prestaciones de los parados y sólo 941 millones se dedican a cursos de formación para desempleados.

Es muy positivo que el Gobierno haya bajado a la realidad en un tema espinoso y no se haya dejado llevar por el electoralismo. Pero todavia hay que ver con qué recursos va a contar el Ministerio de Trabajo para va a llevar a cabo esta propuesta. En definitiva, el antiguo INEM tendrá que gestionar en serio los curriculum de 4,6 millones de parados -esperemos que menos cuando entre en viigor el nuevo sistema- si quiere convertirse en una verdadera agencia de colocación. Imposible con los medios actuales. Veremos con la reforma.

martes, 6 de julio de 2010

¿Compensa a las teles transmitir deporte?




El gráfico de arriba recoge la audiencia de Cuatro antes, durante y después de la Eurocopa de fútbol de 2008, la competición deportiva más vista en la historia de la televisión en España hasta el Mundial que estamos viviendo.

¿Le sacó rendimiento la cadena de Prisa a la inversión realizada para hacerse con los derechos?. No lo sabemos económicamente, pero desde luego no parece que haya resultado desde el punto de vista de la audiencia. ¿Pasará lo mismo con Telecinco?

martes, 27 de abril de 2010

Primero de mayo con 4,6 millones de parados, ¿dónde están los sindicatos?

"¿Tú crees que los sindicatos se dedican sólo a defender a los trabajadores con empleo fijo y pasan de los parados?", me preguntó un amigo la semana pasada. Me pensé poco la respuesta. "Desde luego, si no es así hacen muchos esfuerzos para que lo parezca".
¿Por qué? Porque su negativa a aceptar cualquier propuesta de flexibilización del mercado laboral está retrasando el inicio de la recuperación del empleo en España. Bajo la consigna de no perder ningún derecho social, los sindicatos están consiguiendo que miles de personas, sobre todo jóvenes no puedan ejercer el derecho básico a trabajar.

Me lo ha demostrado esta mañana el secretario general de UGT, Cándido Méndez en unas declaraciones radiofónicas. A ser preguntado sobre la tasa de paro del primer trimestre, que superaría el 20% de la población activa, y las medidas que adoptaría para paliar esta situación, su respuesta ha sido. Lo primero, mantener y en algunos casos aumentar las prestaciones y subsidios por desempleo. Lo segundo, no eliminar los incentivos fiscales que están ayudando a generar empleo. Lo tercero, no empeñarse en reducir el déficit público tan rápidamente como quiere el Gobierno.

No ha hablado para nada de cambios para hacer más ágil la contratación, de modificaciones en un sistema de negociación colectiva nefasto, de medidas concretas para facilitar el acceso de los jóvenes al mercado laboral, de apoyar al Gobierno y a los empresarios en el tránsito hacia una economía basada en los sectores de futuro...

Las propuestas de Méndez van en la dirección contraria a la que piden los organismos nacionales -el Banco de España- e internacionales -BCE. FMI. Comisión Europea- a la economía española y lo único que conseguirán es más déficit, más deuda y, por lo tanto, más dificultades para salir de la recesión y más paro. Hoy mismo, el Banco Central Europeo ha vuelto a advertir a España sobre el excesivo déficit. El vicepresidente Lucas Papademos ha señalado como "imperativa" la necesidad de ajustar el déficit público al 3% del PIB lo antes posible. Méndez dice que esa reducción, que el Gobierno quiere alcanzar en 2013, debería retrasarse hasta 2020. ¿Lo entienden?

Decía ayer Stephen Hawkings que si vinieran extraterrestres a este mundo lo mejor sería no hacerles caso ni entablar relaciones con ellos. A veces pienso que los extraterrestres están más cerca de lo que se cree y algunos son sindicalistas. Desde luego, parecen de otro planeta.

jueves, 15 de abril de 2010

Veinte cajas en dos años, pero distintas


Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, ha comentado que en España quedarán unas veinte cajas cuando pase la crisis, menos de la mitad de las 45 actuales. Se supone que la suya será una de las que sobrevivan.

La verdad es que esa reducción no va a ser traumática porque llevará a cabo mediante fusiones pactadas, muchas de las cuales están ya en marcha, y este proceso será positivo para el mercado crediticio español, que necesita una reducción de la capacidad instalada.

Pero la raíz del problema de las cajas de ahorros en España no está en su número, sino en su naturaleza jurídica. Mientras no sepa claramente quiénes son los dueños de las cajas, mientras no se separe a los políticos de los organismos de gestión, mientras no se proponga una nueva forma de captación de recursos propios, las cajas de ahorros se mantendrán bailando sobre un alambre cimbreante.

La solución de las cajas de ahorros pasa por su desaparición. Es decir, por su conversión en otro tipo de entidades acordes a estos tiempos financieros que corren y cada vez tengo más claro que la solución final será su paso a sociedades anónimas porque la experiencia muestra que cualquier 'mix' -modelo noruego, italiano- no tiene buen final.

La CECA, organización que agrupa a las cajas de ahorros, y los sindicatos ya se han manifestado a favor de un cambio jurídico, aunque todavía no han llegado tan lejos. Financial Times decía esta semana que la guerra del pasivo desatada por los grandes bancos españoles puede llevar a la ruina a muchas cajas porque no van a tener capacidad de competir. Esa es la primera razón por la que ahora se necesita el cambio.

La totalitaria Aído y el perverso sexual Cervantes


Cuando la ideología prima sobre cualquier otra cuestión se caerá sin remisión en el totalitarismo. Así ha ocurrido siempre en la historia. No sé si esto lo comprenderá Bibiana Aído, pero mucho de lo que sale de su ministerio rezuma de tal carga ideológica que produce un poquito de miedo.

Lo último que ha llamado la atención es su intención, apoyada por el Instituto de la Mujer y UGT de retirar algunos cuentos clásicos de las bibliotecas de los colegios, como Blancanieves o Cenicienta, porque "casi todas las historias colocan a las mujeres y a las niñas en una situación pasiva en la que el protagonista, generalmente masculino, tiene que realizar diversas actividades para salvarla". El documento en cuestión, que se enmarca dentro de la campaña 'Educando en igualdad' tiene como objetivo fomentar la ídem entre niños y niñas y prevenir la violencia doméstica.

No sé si después de Cenicienta querrá cargarse a Don Quijote por su interés en honrar a Dulcinea; al canónigo Fermín de Pas que intenta aprovecharse de la débil Ana Ozores o a las cinco hermanas casaderas de la familia Bennet que sólo viven -menos una- para buscar un marido rico y educado que las haga felices. E imponer multas a los que lean esas novelas que incitan a la violencia contra la mujer. ¿En qué estarían pensando los perversos Cervantes, Clarín y Jane Austen cuando las escribieron?

Sería para no parar de reír si no llevara consigo la brutal carga de adoctrinamiento que acarrea. No les importa reescribir la historia, borrar del mapa buena parte del acervo cultural -¿les suena a quema de libros?- o 'redireccionar' a la parte de la sociedad que no piensa como ellos. Es lo más parecido al totalitarismo. Mejor, es totalitarismo puro y duro.

¿Ha llegado el momento de empezar a gastar?

Muchos españoles acabamos de regresar al trabajo tras unos días de descanso. Hemos viajado a la montaña, a la playa, a la ciudad o pueblo de origen o al extranjero y, como consecuencia, hemos realizado un gasto extraordinario.

En breve comenzarán a llegar estadísticas y datos -ocupación hotelera, consumo de gasolina, viajes en tren o en avión, pernoctaciones en casas rurales,...- que ayudarán a hacernos una idea sobre el grado de la 'alegría' económica que hemos manifestado los españoles en estos días.

Pero antes, con el primer trimestre de 2010 ya vencido, me gustaría proponer un debate sobre si ha llegado el momento de empezar a aflojar el cinturón que las familias tienen apretado. Hoy hemos conocido que la tasa de ahorro de las familias se situó en el 24,7% de la renta disponible al finalizar el año pasado, la cifra más alta desde que se empezó a confeccionar esta estadística. Este dato muestra que hace tres meses todavía no nos fiábamos de lo que iba a llegar en materia económica.

Los analistas dicen que el desplome del consumo privado en 2009, -casi del 5%, la mayor con diferencia entre los países de nuestro entorno- es la principal causa que explica la profundidad de la recesión y la magnitud del paro en España. Ha sido tan brutal esa caída que las constantes inyecciones de dinero público -planes de financiación a los ayuntamientos, de ayuda a la compra de automóviles, incremento de los subsidios a los parados,...- se han mostrado incapaces de tomar el relevo con la fuerza suficiente para asegurar las ventas de las empresas y, por lo tanto, el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Es lógico pensar pues el consumo privado debería el principal punto de apoyo de la recuperación económica. Y, si la economía se mueve a golpe de expectativas, ¿considera que la situación económica hoy es muy distinta de la de hace un año?; ¿piensa que ya puede permitirse los gastos que llevaba meses retrasando a la espera de un mejor momento? Si está en el paro, ¿nota que se empieza a mover el mercado de trabajo y puede encontrar un empleo en breve?; si está trabajando ¿es más seguro el futuro de su empresa y su puesto en la misma que antes?

Si la mayoría de los españoles contesta que sí, podremos empezar a hablar de final de la crisis.

jueves, 25 de marzo de 2010

¿Vivirán nuestros hijos peor que nosotros?


En Estados Unidos ya se ha planteado esta cuestión y sube el número de partidarios de contestar que sí a esta pregunta. Es más, muchos consideran que los jóvenes de hoy van a vivir peor que sus padres, por primera vez en la historia.

La generación que ahora tiene entre cuarenta y sesenta años comenzó a trabajar alrededor de los años setenta, digamos que con la gran crisis del petróleo; ha pasado algunos momentos malos -segunda crisis del petróleo al final de aquella década, las turbulencias de los mercados financieros de mediados de los ochenta, el pinchazo punto.com a finales de los noventa,...- y muchos años de bonanza.

Vaivenes, subidas y bajadas del crecimiento económico que, en la práctica desembocaron en una de las etapas económicas más boyantes de la historia: el final del siglo XX y el comienzo del XXI. En los países desarrollados de Occidente -desafortunadamente siempre hay que hacer esta acotación- los últimos quince o veinte años -que forman el núcleo de la actividad profesional de la generación actual- ha venido marcado por una etapa de franca prosperidad. He aquí algunos ejemplos:

-Se han creado más puestos de trabajo que nunca en la historia, para los autóctonos de cada país y para los millones de inmigrantes que se han movido de una zona del mundo a otra.
-Se han construido y vendido -por lo tanto, comprado- más viviendas que nunca.
-El acceso a la educación superior se ha generalizado.
-Se consolidó un Estado de Bienestar capaz de asegurar la sanidad y la jubilación a millones de ciudadanos.
-Se ha podido destinar dinero para construir infraestructuras caras, pero necesarias -autopistas, trenes de alta velocidad, redes de telecomunicaciones,...-.

¿Y de aquí en adelante? Para concretar, se me ocurren algunas preguntas. Pensemos en los próximos veinte o treinta años:

-¿Van a tener nuestros hijos más fácil o más difícil el acceso al mercado laboral que nosotros? ¿Con más o menos estabilidad?
-¿Terminarán su etapa de enseñanza mejor o peor preparados que nosotros?
-¿Podrán comprar una vivienda?
-¿Encontrarán oportunidades en otros países?
-¿Tendrán asegurada una pensión pública de jubilación digna tras la etapa profesional?

Soy optimista por naturaleza. Contestar que no a estas cuestiones no tiene por qué ser sinónimo de pérdida de nivel de renta, porque aparecerán nuevos instrumentos y servicios que harán la vida más agradable desde el punto de vista material. Pero seguro que será muy distinta a la que estamos viviendo muchos ahora.

Europa pierde peso económico en el mundo


Herman Van Rompuy y Catherine Ashton presidente
de la Unión Europea y Alta Representante Exterior, respectivamente
el día de su nombramiento. ¿símbolos de la decadencia europea?


Díganme si piensan lo mismo que yo. Esto es lo que ven de Europa ahora mismo nuestros competidores en el mundo (Estados Unidos, China, India, Brasil...):

-Grecia ha provocado un cataclismo económico en la Unión Europea. Es un país pequeño, pero la situación de sus finanzas públicas ha abierto el debate sobre la supervivencia del euro. Es casi imposible, además, lograr un acuerdo común para sacarla del pozo.

-El caso griego se ha trasladado a otros países que también pasan por dificultades, especialmente Portugal y España. Este último caso es más alarmante por el peso que tiene en la economía de la eurozona.

-Alemania va por libre para salir de la recesión y es acusada por Francia de aplicar políticas económicas que no son realizables en otros países de la zona, por lo que agranda la brecha entre las economías.

-No existe una política fiscal común. Ante la crisis, unos países abogan por la bajada de impuestos para generar actividad y elevar ingresos. Otros, por el contrario, decretan subidas fiscales para recaudar cuanto antes y reducir los elevados déficits.

-Se habla también de problemas graves en el Reino Unido por el elevado importe de su deuda pública y privada. No conviene olvidar que el Reino Unido también es Europa, aunque desde allí haya campañas periódicas para desprestigiar el euro.

-A la postre, los criterios de Maastricht, sobre los que se basó la integración monetaria, han saltado por los aires y no hay resortes para obligar a los países a que vuelvan a esos compromisos.

-La Comisión Europea se esfuerza en vano por intentar reconvertir la situación y que los países vuelvan a lo que se considera lo ortodoxo. Tiene más bien escaso éxito. Y una Comisión, de 27 responsables, cada uno de un país con intereses particulares, es ingobernable.

-Los recién elegidos 'presidente de Europa' y 'ministra de Asuntos Exteriores' brillan por su ausencia institucional y efectiva. No aportan como interlocutores internos ni ante terceros.

Está claro que la magnitud de la crisis ha roto unas costuras que no estaban preparadas para estas tensiones. Pero Europa corre el riesgo de salir de esta crisis con una importante pérdida de peso relativo en el mundo. No es una noticia de estos días, pero la decisión del presidente de los Estados Unidos Barack Obama de no acudir a la cumbre UE-EEUU de esta primavera es un síntoma de es posible que Europa empiece a no ser lo que era.

El centro de gravedad del mundo económico está girando hacia el Este. China, India, Corea,... Es cuestión de potencial de crecimiento y también de expectativas sociales, laborales, sociales y otras. Es un hecho, al margen de que algunas convenciones sobre el modo de vida oriental choquen con los criterios de la sociedad occidental todavía imperantes en el mundo.

'Avatar', el indio Gerónimo y lo políticamente correcto


En los días previos a la entrega de los Oscar, la película de James Cameron Avatar ha sido objeto de comentarios por parte de algunos ilustres economistas sobre su pretendido antiliberalismo. El profesor Carlos Rodríguez Braun escribe sobre el tema hoy en Expansión.

Los críticos con el hilo argumental de la película dicen que es un ataque al capitalismo porque se presenta a la empresa privada como el malo que quiere cargarse el paraíso en el que viven los Na'vi -una perfecta sociedad colectivista- y no repara en medios para hacerlo.

Pero si cambiamos Na'vi por apaches, empresa minera por compañía del ferrocarril y el ejército que toma Pandora por el Séptimo de Caballería, Avatar se parece mucho a cualquier película que narre la conquista del Oeste. Sólo, que en aquéllas, el ferrocarril representaba la civilización, el Séptimo de caballería eran la ley y el orden y los apaches, los salvajes antiprogreso que había que eliminar.

Entonces, lo políticamente correcto era ponerse del lado del invasor. Había que hacer patría, pues no hay que olvidar que los acontecimientos que narran esas películas se produjeron apenas sesenta o setenta años antes de la realización de las mismas y Estados Unidos necesitaba seguir 'haciéndose' como país.

Se quiera o no, ese era el pensamiento dominante en la industria cinematográfica en aquella época. De la misma forma que ahora es el contrario. Ayer nos hacían ver al indio Gerónimo como un terrorista que atacaba el orden establecido y al general Custer como el salvador de la sociedad y del desarrollo. 'Avatar' -como tantas otras películas- da la vuelta a los roles: el coronel Quartich es un invasor despiadado que sigue órdenes de una empresa destructora de la vida y Neyri -la na'vi protagonista- es un remedo del 'buen salvaje' que provoca sentimientos de ternura y compasión al espectador.

La pregunta es: ¿esos cambios en la forma de pensar y los nuevos estereotipos emergen, por así decirlo, desde la sociedad hacia los representantes culturales o hacen el recorrido inverso, emanan de los líderes de opinión y descienden hacia la calle?

PD. He visto 'Avatar' y me ha gustado. Es un cuento narrado con una técnica casi perfecta.

Aguirre entra al trapo de los antitaurinos

Esperanza Aguirre descubre una estatua de
Luis Miguel Dominguín en Las Ventas, en mayo de 2008

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha aceptado el reto que han lanzado los antitaurinos que debaten en el Parlamento catalán el futuro de la denominada fiesta nacional en esa comunidad autónoma. Eso es malo porque si los partidarios de los toros aceptan el debate en términos políticos, es muy posible que antes o después lo pierdan.

Siempre ha habido detractores de los toros en España. Pero eran grupos de naturalistas residuales -no es peyorativo, sino cuestión de números- que se manifestaban en pocas ocasiones y que no contaban para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Estos, les gustara o no el toreo, convivían con él sin ningún tipo de problemas. Los toros apenas entraban en el debate social. Hay toros, incluso se televisan y al que no le guste no va a la plaza o no ve la televisión. Sin más problemas.

Precisamente el gran acierto estratégico de los partidarios de eliminar la fiesta en Cataluña ha sido colocar el debate en el ámbito político. Han llevado al Parlament una iniciativa popular y serán los diputados los que decidan su futuro. Es perfectamente democrático, pero hacer de una costumbre tradicional y comúnmente aceptada en nuestro país una cuestión de aritmética parlamentaria es rebajar considerablemente su significado.

Por eso Aguirre no ha jugado bien sus cartas. Ya no es que la decisión de declarar bien de interés cultural la fiesta de los toros sea oportunista, es que los antitaurinos han conseguido que Aguirre acepte el debate político. La han llevado a su terreno de forma que, también en Madrid, el futuro de los toros va a depender de los políticos. Por ahora no corre peligro, pero que ocurrirá ¿con otra mayoría?

La fiesta de los toros apenas se discutía antes. Hoy está en cualquier debate. Es el primer triunfo de los que quieren que desaparezca.

martes, 16 de febrero de 2010

Todos contra Google, pero Google sigue cabalgando


Jill Hazelbaker, directora de comunicación de Google.

Hace unas semanas Google -iba a escribir el buscador Google, pero ya es mucho más que eso- anunció el fichaje de un nuevo responsable de relaciones públicas y comunicación. Y eligió a Jill Hazelbaker, una joven y experta 'comunicóloga' que había sido directora de comunicación y mano derecha del senador John McCain durante la campaña de las elecciones presidenciales de 2008.

Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, sabía perfectamente lo que hacía con este nombramiento. Google necesita ahora alguien profundamente conocedor de lo que se denomina en el argot 'public affairs' -asuntos públicos-. Es decir, capaz de dirigir y controlar las relaciones con los gobiernos, con los partidos políticos, con las administraciones públicas... Porque ahí está el principal riesgo del gigante de internet: las trabas que le pueden poner las autoridades para desarrollar su negocio. Hazelbaker no ha trabajado directamente en temas relacionados con Internet o las telecomunicaciones hasta ahora, pero sabe moverse muy bien en los despachos oficiales.

A Google no le preocupa la competencia -avanza varios años por delante de ella-, ni, por ejemplo, tener que pagar por los contenidos que coloca en su buscador -sería relativamente fácil llegar a un acuerdo con los editores-. Google teme que los gobiernos se sumen a la guerra que determinadas empresas han iniciado contra él y, que a base de legislación 'ad hoc', traten de poner piedras en su camino.

El último ejemplo lo tenemos en España. Ayer, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, reconocía que se puede analizar la propuesta lanzada por el presidente de Telefónica, César Alierta, de cobrar a los buscadores por el uso de las redes. Al margen de China, países europeos como Francia y Alemania, por ejemplo, también ha entrado en conflicto con Google por cuestiones similares.

Curiosamente, esos conflictos apenas existen con la Administración norteamericana, que incluso ha visto con buenos ojos la intención del buscador de crear su propia red de comunicaciones, mucho màs rápida además que las actuales de las operadoras tradicionales. Éstas, lógicamente, van a luchar a brazo partido para defender su territorio.

Google ha puesto Internet al alcance de todos. Ha creado un nuevo modelo de negocio y seguirá expandiéndose como quiera. Pero sería una lástima que por el anquilosamiento de unos o el miedo a futuro de otros se frenara el crecimiento de algo que, en mi opinión, traspasa ya el mero negocio y ha inaugurado una nueva forma de trabajar y, en algunos aspectos, de vivir.

Aquí se vuelve a hacer realidad esa sentencia universal del Quijote: "Ladran, Sancho, luego cabalgamos". Pues dejen que Google siga cabalgando, lo agradeceremos todos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Dinero árabe en Hollywood ¿un peligro?

22:08 08-02-2010


Saadi Gaddafi, uno de los hijos del líder libio Muammar el-Gaddafi, va a producir una película en Hollywood a través de su empresa Natural Selection. Se llamará 'El Experimento' y es un 'remake' de un clásico del cine alemán. Se suma así a otras iniciativas similares de países árabes, como Abu Dhabi, que han entrado en el negocio cinematográfico estadounidense. Los grandes estudios de Hollywood necesitan dinero para sobrevivir y se acepta venga de donde venga.

Pero en Estados Unidos han surgido muchas dudas sobre la incursión de inversores árabes -aunque sean los 'buenos' y por lo tanto bendecidos por la cultura occidental- en la industria del cine, por la influencia que tienen las películas de éxito en la cultura de los países donde triunfan. Hay muchos ejemplos del calado de las películas.

Desde el fomento del consumo de tabaco en los años cuarenta y cincuenta -¿quién no ha tenido ganas de encender un cigarrillo la primera vez que Bogart hace lo propio en 'Casablanca' o en 'El halcón maltés'?- hasta el cambio de comportamiento que provocaron en la juventud 'Saturday Night Fever' o 'Grease', pasando por las historias muy críticas sobre la guerra de Vietnam de los setenta y ochenta -'Apocalipsis Now', 'Platoon', 'La colina de la hamburguesa' o 'Nacido el 4 de julio'-, que plasmaron la realidad de una guerra hasta entonces idolatrada.

No hay más que ver cómo trató durante buena parte del siglo XX el género cinematográfico 'western' el exterminio de las tribus autóctonas indias de finales del XIX -'Centauros del desierto', 'Murieron con las botas puestas...'- y cómo han visto ese episodio histórico millones de ciudadanos occidentales durante años.

Por eso hay quien se opone la invasión árabe en Hollywwod. Quien pone el dinero pone la influencia y de unos estudios dominados hasta hace poco por el dinero judío se puede pasar a la realización de películas con guiones o temática que se podrían considerar, como mínimo, en la órbita de la Alianza de Civilizaciones.

En sí mismo, esto no es ni bueno ni malo. Pero sí me hace pensar si la cultura occidental imperante puede empezar a perder su hegemonía en el mundo. Por lo pronto, Europa ya lo está sintiendo en su influencia en la economía global.

viernes, 29 de enero de 2010

El problema de la jubilación es de fondo: la natalidad

Retrasar la edad de jubilación es necesario. Y se llegará hasta poner el tope legal del retiro a los setenta. No hay más remedio y cualquier oposición a esta medida, de los sindicatos, de los partidos políticos o de otras fuerzas sociales, es demagógica. El Gobierno por fin ha tomado una medida realista, aunque sea impopular.

Pero no nos engañemos. Esto no es más que un parche con el que se pretende tener un tiempo más a algunos trabajadores activos que paguen lo que tienen que cobrar los pasivos. Lo profundo de esta situación no es el debate sobre la edad legal de jubilación, sino el envejecimiento progresivo y acelerado de una sociedad.

Lo reflejaban ayer los datos de población que hacía público el Instituto Nacional de Estadística: a mediados de siglo, media España tendrá que 'cargar' con la otra media y antes, en dos décadas, el 46% de la población estará retirada o será menor de edad.

Es decir: el envejecimiento de la población en España se acelera y no hay indicios de que a corto plazo vaya a cambiar esta tendencia. Esto supone: menos fuerza laboral, menos capacidad de producción, menos educación, menos innovación... En definitiva, pérdida de competitividad como país en el mundo.

Urge que el Gobierno -todos los partidos y fuerzas sociales, porque esto sí que es política de Estado- se plantee una política decidida de fomento de la natalidad con medidas como:

-Rebajas fiscales importantes por los hijos.
-Medidas concretas de apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar.
-Impulso de la incorporación de la mujer al mundo del trabajo.
-Facilitar la emancipación y el acceso a la vivienda de los jóvenes.
-Fomento real de la integración social de los inmigrantes.

Parar el envejecimiento de la población sólo se consigue con nuevos nacimientos o con la llegada de fuerza social y laboral joven de otros países. Es así y así lo han entendido países -Francia, Suecia, Noruega, Alemania...- que llevan muchos más años que nosotros con este problema.

Al margen

El ministro de Trabajo (15-IV 2009):
"Me gustaría que fuese la última vez que tuviera que discrepar con el gobernador del Banco de España. ¿De dónde saca que pueda acabar en déficit? Desmiento la mayor, la Seguridad Social está muy lejos de tener ningún problema".

El mismo ministro de Trabajo (29-IV 2010):
"Las pensiones no tienen ningún problema en los próximos diez años, pero si no hacemos nada, los que se jubilen entre 2020 y 2030 podrían empezar a tener algunos problemas",

Y Celestino Corbacho no ha asistido al Consejo de Ministros que ha aprobado la reforma la propuesta de reforma de la Seguridad Social más importante de los últimos años.

miércoles, 27 de enero de 2010

¿Pueden los PIGS cargarse el euro?

La caótica situación de las finanzas públicas de Grecia ha vuelto a poner en el tapete las distintas velocidades de las economías de los países que integran el euro. Está la Europa central -Alemania, Francia, Benelux, Austria...- que ha sufrido la crisis pero que ya está saliendo de ella incluso con crecimientos del PIB y está la Europa periférica, con muchos problemas estructurales que se han acentuado durante la recesión; son Portugal, Italia, Grecia y España, a los que hay que añadir Irlanda. Los famosos PIGS por sus siglas en inglés, en un término acuñado por un banco de inversión y que ha terminado calando en el mundillo financiero.

Al margen de que el acrónimo nos toque la moral, es cierto que la crisis ha reabierto una herida que nunca ha terminado de cicatrizar. En la zona del euro hay dos modelos de crecimiento claros -probablemente tres si sumamos a los paises del Este-. Si cuando todos crecemos, la zona funciona más o menos sin problemas, en etapas de vacas flacas aumentan las diferencias. Y, como ocurre en cualquier crisis, los pobres tienen mucho más que perder que los ricos cuando vienen mal dadas.

Grecia, con sus problemas de déficit público y de deuda y la incapacidad del Gobierno por reconducir la situación ha sido la espoleta. Al hilo de lo que está ocurriendo allí, en medios políticos, económicos y periodísticos de Francia, Reino Unido y Alemania, se ha recordado que España tiene un déficit fiscal similar al de los helenos, o que Italia cuenta con un volumen de deuda pública también desmesurado aunque tenga las cuentas públicas más controladas. Lo mismo que Portugal, aunque este pais importa menos por su escasa contribución al PIB de la UE.

Y desde esos países se ha pasado a especular incluso con la pervivencia del euro porque la expulsión de un país del sistema monetario europeo supondría su fracaso. Por supuesto, la conclusión es que ahora mismo la moneda única no corre peligro, pero el debate que hace dos o tres años nadie en su sano juicio osaba plantear está ya en algunos análisis y entre algunos políticos.

Es peligroso ceder terreno en la recuperación. Cuando esto acabe -que terminará algún día-, la distancia que separará a los PIGS de los países motores del continente será mayor que cuando empezó. Y eso es malo para los PIGS y para Europa. La Comisión y el Banco Central se deberían haber implicado mucho más en la exigencia de medidas concretas y reformas estructurales de los países que las necesitaran, pero también en esto la crisis ha sacado a relucir los defectos del modelo de gobierno de Europa.

Porque cuando la recuperación sea un hecho constatado, el BCE tendrá que subir tipos y esa restricción monetaria va a perjudicar el crecimiento de los países más retrasados y aumentará su desventaja. Y no hay que olvidar que el empuje de los BRICS -Brasil, Rusia, India y China- obliga a la 'vieja' Europa a acelerar la implantación de un patrón de crecimiento que al menos mantenga su competitividad en el mundo.

Quizà sea tarde para 'apretar' y que la unión Europea salga de la recesión lo más cohesionada posible, pero es el momento de poner las bases para que esta situación no se repita. Con un gobierno europeo fuerte al que hagan caso los ejecutivos de los países. ¿Utópico?

Al margen
El profesor de la Universidad de Nueva York Nuriel Roubini habla sobre el futuro de la zona euro en una entrevista que hoy ha concedido a la agencia Bloomberg en Davos: lo ve incierto y dice que se corre el peligro de crear en la Unión una zona central fuerte y una periferia débil, con riesgo de que algunos de esos países tengan que abandonarla. Y señala que ahora mismo España es el mayor riesgo.

martes, 19 de enero de 2010

El mundo envejece -Europa más- y eso es malo

Gráfico sobre tendencias de la población publicado
en el núimero de diciembre del informe de coyuntura
del Servicio de Estudios de La Caixa

El debate sobre crecimiento demográfico, ecología y desarrollo económico ha alcanzado un punto clave: la máxima de que a menor fertilidad de una sociedad más desarrollada será se está poniendo en entredicho. Esta idea lanzada a partir sobre todo de los años sesenta del siglo pasado ha sido el leiv motiv de la mayoría de las políticas demográficas del mundo desarrollado y se ha exportado a zonas más desfavorecidas del planeta.

La tesis ha sonado casi al unísono entre expertos y políticos desde entonces, pero ahora, cada vez más científicos -parece que todavía no a los políticos- empiezan a dudar de sus planteamientos al analizar las consecuencias de las políticas de control de la natalidad: en los países desarrollados se ha producido un acelerado envejecimiento de la población y cuando se ha aplicado esa política en las naciones más pobres -en Asia, principalmente- a casi ninguna les ha servido para salir de ila pobreza. Recomiendo la lectura del reportaje Population: the family way publicado en el diario económico 'Financial Times' a propósito de la Cumbre de Copenhague, que incide sobre la revisión de los viejos planteamientos demográficos.

Con criterios similares ha publicado la profesora Marta Noguer un artículo titulado La vieja Europa ¿qué quiere ser de mayor? en el informe de coyuntura de diciembre de La Caixa. Es escueto, pero muy interesante para analizar un asunto en el que las autoridades no hacen demasiado hincapié, pero que es trascendental para prever el papel que Europa Occidental va a jugar en el mundo en los próximos decenios: el crecimiento demográfico.

El gráfico que acompaña esta entrada es muy significativo: en 2025, habrá menos población activa que en 2008 en la Europa de los 27 y la edad mediana de la población -la que resulta al dividir la población en dos mitades- será de 45 años. Nada que ver con la evolución que experimentarán los países emergentes, concretados en Brasil, India, Rusia y China en el artículo.

¿Consecuencias si no se pone remedio a esta situación? Dice la profesora Noguer: "De no producirse cambios drásticos en dichos patrones de crecimiento demográfico, se prevé que el envejecimiento avance, acarreando nuevos desafíos económicos para los estados europeos"

-Retrocesos en el Estado de Bienestar, porque cada vez habrá menos trabajadores que paguen las prestaciones sociales.

-Menos capacidad de producción. Si hay menos trabajadores activos lógicamente se producirá menos.

-Menos capacidad de innovación.
Menos jóvenes suponen también menos estudiantes, menos licenciados... y, por lo tanto menos capacidad para la innovación, la investigación y el desarrollo.

-En definitiva, menos peso de Europa en el mundo. Ya se está notando, como vemos con la creciente presencia de China e India en el concierto mundial y la reciente irrupcion de Brasil, que se está alineando ya con las potencias. "Es de esperar que la continuidad de la tendencia demográfica en Europa, si no se ve mitigada por aumentos notables de productividad, conlleve una retracción del peso económico de la UE en el mundo", prosigue Noguer.

El dinero es escurridizo y las inversiones se mueven hacia donde se puede obtener una mayor rentabilidad. Una gran multinacional que necesite instalar nuevos centros de investigación o de producción lo hará allá donde encuentre mejores condiciones, entre ellas y fundamental, una mano de obra preparada y competitiva..

Estímulos a la natalidad, mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, retraso de la edad de jubilación y fomento de las políticas migratorias son algunas medidas que sugieren los expertos para paliar la situación.

Pero éstas pueden ser medidas coyunturales, como dice Noguer. Hace falta una reforma estructural general en Europa que propicie un aumento de la tasa de fecundidad o un crecimiento acelerado de la productividad. para mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo.

"Hay que adaptar las instituciones y políticas vigentes a la nueva realidad -pues muchas surgieron cuando la estructura demográfica era muy distinta-y, posiblemente, acomodarse a un menor peso relativo de la UE en la economía global futura", concluye Noguer.

La ONU acaba de publicar un informe sobre la evolución demográfica del planeta que lleva a la misma conclusión: aunque de forma más lenta que en Europa, el mundo también envejece y los países más pobres empiezan a registrar tendencias demográficas similares a las de los desarrollados. Estima que en 2045 el número total de mayores de 60 años superará por primera vez al de menores de 14 en todo el mundo.

Y añade que "El envejecimiento de la población es profundo y tendrá implicaciones en todas las facetas de la vida" y menciona en concreto sus consecuencias en el ahorro, el consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, los impuestos, la epidemiología, los sistemas de salud, la composición de las familias o los flujos migratorios.

Desde la economía, la producción y el mercado, el envejecimiento de la población es un asunto preocupante. Si se me permite, el hombre es la única materia prima indispensable para garantizar el crecimiento económico y el bienestar. Ésta sí que es una cuestión de vida o muerte, si se me permite el juego de palabras.

Es imposible reducir el paro al 8% en cinco años

Por mucho que se empeñe el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. No hay más que hacer un ejercicio de realismo histórico. El gráfico adjunto recoge la evolución anual del Producto Interior Bruto (PIB) desde 1995 y el comportamiento del empleo, medido en términos de EPA en el mismo periodo. Veamos: una tasa de paro similar a la actual -que es del 19% de la población activa- se registró en 1998 y la economía española necesitó nueve años para reducirla al mínimo del periodo: 7,95%. ¿Qué caracterizó a esos once años que propiciaron la más fuerte creación de puestos de trabajo en la historia de España?

En ese periodo -ver de nuevo el gráfico- el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó a ritmos superiores al tres por ciento en términos anuales con estas características:

-La construcción creció a ritmos históricos y generó empleos como nunca en la historia de España. Se dieron años en los que se construyeron 700.000 viviendas, que todos los expertos consideran que no volverán nunca. A esto hay que sumar los puestos de trabajo creados por la industria auxiliar de la construcción -electrodomésticos, saneamientos, industria cerámica,...-, también en niveles de récord.

-Los mejores años en la historia del turismo. Esta actividad aportó cientos de miles de empleos en los sectores directamente relacionados, como la hostelería y la restauración, y sustentó también parte del incremento de ventas, como el automóvil, espoleado por la demanda de vehículos de alquier. La fuerte actividad en el turismo incide también, por ejemplo en el transporte aéreo.

-Auge del consumo. Los bajos tipos de interés impulsaron como nunca, además de la inversión en vivienda, el consumo de todo tipo de bienes. La distribución comercial vivió una de mejores etapas con la creación de centros comerciales y grandes superficies, pequeños establecimientos, etc.

Todo esto es seguro que no se va a volver a repetir de aquí a 2015 y es muy poco probable que ocurra hasta 2020. porque estos sectores motores de la última etapa de crecimiento no van a volver a tirar de la economía en el mismo grado hasta dentro de mucho tiempo, si es que vuelven a esos niveles en algún momento.

Si el Gobierno apenas se ha planteado cómo cambiar el patrón de actividad, porque la Ley de Economia Sostenible se dedica a otras cosas, y ningún analista prevé un crecimiento medio anual superior al 3% de aquí a 2015, es metafísicamente imposible recortar la tasa de paro al 8% en los próximos cinco años, ni siquiera volver al ritmo de creación de empleo de los primeros años del siglo.

Al que esté más interesado en el asunto, recomiendo el trabajo que acaba de publicar Fedea titulado 'Propuesta para la reactivación del mercado de trabajo en España', que podéis encontrar en www.crisis09.es/propuesta.

viernes, 8 de enero de 2010

Ahora toca defender a Zapatero. ¿alquien lo entiende?

The Economist ilustra con esta viñeta su reportaje la presidencia europea de España en el que critica al presidente del Gobierno.

La creciente oleada de críticas de los últimos días contra el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por parte de la prensa extranjera ha exacerbado los ánimos de algunos comentaristas españoles, incluidos algunos de los más conspicuos detractores del presidente.

Hay quien, incurriendo en el error que muchas veces ellos mismos critican, confuden el individuo con el colectivo y creen que si The Economist o Financial Times afean algo a Zapatero están machacando a todos los españoles.

Al presidente se le puede dar desde la izquierda o la derecha, por arriba o por abajo, pero siempre que los golpes no lleguen desde el norte de los Pirineos: sólo los españoles tenemos derecho a criticar al presidente de nuestro Gobierno.

Es cierto que los editoriales y reportajes de estos días pueden escocer, pero es lo que tiene la exposición pública de algo cuando ese algo no es del todo presentable.

La presidencia de turno de la Unión Europea ha llevado a Zapatero a un primer plano más allá de nuestras fronteras. Las propuestas que lleve a cabo y las decisiones que adopte en estos meses van a afectar a ciudadanos y a empresas de toda la Unión. Por eso los europeos tienen derecho a criticar al presidente del Gobierno español. Por eso no entiendo las reacciones carpetovetónicas -nacionalismo españolista trasnochado- que parecen fluir desde algunos sectores sociales.

Desde los mismos, por cierto, que no tuvieron reparos en comparar al estadounidense George W. Bush con el demonio más demoniaco, al italiano Silvio Berlusconi con su connacional Giacomo Casanova o al cubano Fidel Castro con las momias egipcias.

La imagen de Zapatero refleja lo cosechado por sus méritos. Antes, en España; ahora, y con menos benevolencia quizá, también en Europa. Aceptémoslo. Somos europeos para lo bueno y para lo malo y en este caso, el problema no son los otros, sino él.

¿Villalonga el mejor ejecutivo español?


Juan Villalonga, presidente de Telefónica entre 1996 y 2006

Harvard Bussines Review
, la revista económica de la Universidad de Harvard acaba de publicar una clasificación con lo que llaman los cien mejores ejecutivos de la historia, en la que aparecen dos españoles. En el puesto 33º se encuentra Juan Villalonga que fue presidente de Telefónica entre los años 1996 y 2000, y en el 37º está Florentino Pérez, presidente de ACS desde 1997. El primero de la lista es el consejero delegado de Apple, Steve Jobs.

La clasificación, la primera que se hace de este tipo en el mundo, se ha realizado en función del retorno a los accionistas -rentabilidad total, sumando revalorización de la acción, dividendos y otros- que han logrado esos ejecutivos durante el tiempo que han estado al frente de la compañía. Así, según los datos del informe, Villalonga consiguió un aumento de la capitalización de Telefónica de 127.000 millones de dólares y un retorno a los accionistas un 252% superior a la media del mercado español y del 219% por encima del sector de telecomunicaciones.

Pérez, por su parte, aparece también destacado porque desde que asumiera la presidencia de ACS y hasta el pasado 30 de septiembre sumó 16.000 millones de dólares a la
capitalización de compañía y el retorno a los accionistas superó un 536% a la media de la bolsa y un 751% a su sector.


En efecto, la clasificación sorprende porque dar el título de mejor ejecutivo de la historia de España a Juan Villalonga mueve, cuando menos, al escepticismo si se conoce la trayectoria del ex presidente de Telefónica y lo que pasó con la compañía poco después de que la abandonara. Acuérdense del peregrinar de Terra y Telefónica Móviles en bolsa, del coste que tuvo para la operadora los concursos para las licencias de telefonía móvil UMTS en Europa o la ruinosa compra de Endemol. También hay que recordar que Villalonga navegó a favor de la corriente bursátil durante su etapa, pues pilló lo mejor de la burbuja tecnológica.

Pero el estudio de la Harvard Bussines Review trae a colación un asunto capital y que ahora se halla en su revisión más profunda: la gestión especulativa en el corto plazo. Por eso creo que hay que matizar mucho esta clasificación cuando se analizan periodos cortos de tiempo. Ocurre lo mismo que con los bonus: si me premian por mi trabajo en los próximos dos años, lucharé por cumplir como sea los objetivos que me han impuesto. Después, me dará igual lo que ocurra con la compañía. Con todo esto, ¿cree usted que Villalonga es el mejor ejecutivo español de la historia?

domingo, 3 de enero de 2010

El pacto educativo es una necesidad económica

Es una de las mejores noticias del final de año: es posible un pacto educativo entre las dos grandes fuerzas políticas española. Lo considero una necesidad también económica. Retomo aquí una entrada a este blog del 22 de abril de 2009, poco después de que el entonces nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, declarara su intención de luchar por un gran acuerdo nacional:

Primera reforma estructural: la educación

La educación es uno de los temas prioritarios que aparecen cuando comentas con algún experto en economía sobre las ya manidas reformas estructurales que necesita este país.

Y es así porque la educación tiene una importancia económica primordial. De los frutos que ofrezca el sistema educativo dependen cosas tan importantes como la productividad laboral, la capacidad de innovación, el desarrollo de la I+D, la generación de cuadros medios y directivos empresariales, la aparición de emprendedores...

Caminar, pues, hacia un nuevo modelo de crecimiento pasa por la reorganización del sistema educativo. No esperemos que mientras España ocupe los últimos lugares de los países desarrollados en materia educativa, los abandonemos en potencial económico cuando esos alumnos deficientemente educados se vayan incorporando al mundo laboral y profesional. Es una obviedad, pero hace falta que nos lo recuerden.

Propongo dos puntos de partida sobre los que debería asentarse una reforma en profundidad de la educación en España. Me refiero sobre todo a la enseñanza obligatoria.

-Acabar con la politización. Es el paso previo ante cualquier reforma. Para ello, debería establecerse por ley la obligatoriedad de consensuar las leyes marco que modelen el sistema educativo. Mientras eso no se consiga, seguiremos saliendo a ley de educación por partido en el poder como prácticamente ha ocurrido desde la transición y así es imposible avanzar.

Esta despolitización tendrá que afectar necesariamente a las comunidades autónomas. Hace falta también una 'unidad de mercado' -si se quiere llamar así- en el sistema educativo. Que las comunidades autónomas tengan todas las competencias en materia de educación no quiere decir que legislen contra el Gobierno central. Hay que buscar entre todos el sustrato sobre el que construir.

Al final, el estudiante catalán, andaluz o cántabro va a tener que 'pelear' por un puesto de trabajo en cualquier parte de España -o del mundo, si se me apura- y a ello debe ir encaminado el proceso educativo. Lo contrario sería ir en contra del mismo estudiante y, en definitiva, de la futura generación de riqueza de esa comunidad autónoma.

-Defender y fomentar la libertad de empresa educativa. Cuando conoces un poco la enseñanza privada en España -sobre todo la concertada- a veces tienes la sensación de que le estás arrancando a los poderes públicos el derecho exclusivo de educar y debería ser todo lo contrario. La falta de presupuestos y de ayudas y una legislación demasiado intervencionista convierten en una heroicidad montar y sacar adelante centros privados o concertados. Como ejemplo, valga la última ocurrencia del Gobierno de Cantabria de retirar el concierto a un colegio porque sólo imparte clases a niños.

En cambio, tiene toda la lógica que los poderes publicos impulsen la participación de la iniciativa privada en los primeros niveles del sector educativo. Es más, deberían ser los primeros interesados en su desarrollo y en sufragarla. Seguro que es menos oneroso para el erario, pero sobre todo mucho más en consonancia con la libertad de enseñanza recogida en la Constitución.

Hasta aquí el comentario de abril. Aprovecho para recordar el artículo 27 de la Constitución, que considero el mejor punto de partida para la negociación de ese acuerdo.

1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que este de acuerdo con sus propias convicciones.

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.

6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.

7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la Ley establezca.

8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las Leyes.

9. Los poderes públicos ayudaran a los centros docentes que reúnan los requisitos que la Ley establezca.

10. Se reconoce la autonomía de las Universidades en los términos que la Ley establezca.

Al margen: por un mejor 2010
Lo dicho. Es una buena noticia para cerrar un año muy complicado en todos los sentidos. Deseo a todos que 2010 se presente mucho mejor. Al menos, que tengamos fuerzas para superar los retos que nos lleguen y alcanzar los objetivos que nos propongamos.