viernes, 3 de febrero de 2012

Ni EpC ni ECC


La sustitución de Educación para la Ciudadanía por Educación Cívica y Constitucional es de lo que más se habla de la importante reforma de las enseñanzas medias que ayer propuso el ministro de Educación. Es triste por el reduccionismo que eso supone, pero también es lógico que atraiga el interés de la sociedad.

Ahora bien, una asignatura así se puede entender en la estrategia propagandística de una dictadura, pero no tiene demasiasdo sentido en nuestra democracia, llámese como se llame e incluya el temario que incluya. Veamos.

Si se trata de estudiar la Constitución y la organización del Estado, la ESO actual ya tiene la asignatura de Ciencias Sociales, que es obligatoria en el primer curso. Se pueden dedicar perfectamente algunos de los temas de Historia para ello. En esta misma asignatura se podrían incluir también el conocimiento de los derechos y obligaciones que consagra la Carta Magna.

Si lo que se busca con EpC o con ECC es inculcar a los jóvenes los valores, digamos, democráticos y aceptados por la sociedad, como la tolerancia, el respeto al distinto, a los superiores -padres, profesores,...-, el aprender a convivir, la cultura del esfuerzo, el valor del trabajo, lo justo y lo injusto, la equidad,...- ni que decir tiene que eso no se enseña en una materia reglada. Eso se empieza a aprender en la familia y se continúa -aprendiendo y practicando- en el colegio y en las relaciones sociales. Sin este sustrato, la asignatura no tiene ningún sentido.

Además, aunque el ministro Wert habló ayer de que se eliminarán todas las materias conflictivas en la nueva ECC, se trata de una intención prácticamente imposible de llevar a la práctica. Las editoriales no son entes etéreos que no se rozan con el mundo y, en función de sus intereses, hablarán en un sentido u otro de la organización territorial del Estado, de los idiomas cooficiales o de la aconfesionalidad del Estado. Y queda por ver el papel que tendrán las comunidades autónomas en el desarrollo del temario. Es prácticamente imposible ser neutral, como parece que pretende el Gobierno, en estos asuntos.

Evidentemente, ningúna materia educativa es neutral, pero para eso está la libertad de enseñanza y el derecho a los padres a escoger la educación que quieren para los hijos. Por eso, cuantos menos obstáculos haya para ello, mejor.

En la Unión Europea, la educación para la ciudadanía está contemplada como una asignatura curricular en el Reino Unido, Inglaterra, Irlanda, Italia, Suecia Francia, Bélgica, República Checa, Portugal, Luxemburgo, Holanda, Polonia, Eslovenia, Estonia y Grecia. Y como contenido transversal o integrado en otras asignaturas en Dinamarca, Hungría, Alemania, Chipre, Noruega y Finlandia. Por nuestra forma de ser y las caracteristicas propias de nuestro sistema educativo, en España sería mucho más sensato hacerlo de esta segunda forma.

Este estudio de Eurydice, la red europea de información sobre educación creada por la Comisión Europea y los estados miembros, titulado La educación para la ciudadanía en el contexto escolar europeo es lo más completo que he visto sobre el tema. Merece la pena echarle un vistazo