viernes, 29 de enero de 2010

El problema de la jubilación es de fondo: la natalidad

Retrasar la edad de jubilación es necesario. Y se llegará hasta poner el tope legal del retiro a los setenta. No hay más remedio y cualquier oposición a esta medida, de los sindicatos, de los partidos políticos o de otras fuerzas sociales, es demagógica. El Gobierno por fin ha tomado una medida realista, aunque sea impopular.

Pero no nos engañemos. Esto no es más que un parche con el que se pretende tener un tiempo más a algunos trabajadores activos que paguen lo que tienen que cobrar los pasivos. Lo profundo de esta situación no es el debate sobre la edad legal de jubilación, sino el envejecimiento progresivo y acelerado de una sociedad.

Lo reflejaban ayer los datos de población que hacía público el Instituto Nacional de Estadística: a mediados de siglo, media España tendrá que 'cargar' con la otra media y antes, en dos décadas, el 46% de la población estará retirada o será menor de edad.

Es decir: el envejecimiento de la población en España se acelera y no hay indicios de que a corto plazo vaya a cambiar esta tendencia. Esto supone: menos fuerza laboral, menos capacidad de producción, menos educación, menos innovación... En definitiva, pérdida de competitividad como país en el mundo.

Urge que el Gobierno -todos los partidos y fuerzas sociales, porque esto sí que es política de Estado- se plantee una política decidida de fomento de la natalidad con medidas como:

-Rebajas fiscales importantes por los hijos.
-Medidas concretas de apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar.
-Impulso de la incorporación de la mujer al mundo del trabajo.
-Facilitar la emancipación y el acceso a la vivienda de los jóvenes.
-Fomento real de la integración social de los inmigrantes.

Parar el envejecimiento de la población sólo se consigue con nuevos nacimientos o con la llegada de fuerza social y laboral joven de otros países. Es así y así lo han entendido países -Francia, Suecia, Noruega, Alemania...- que llevan muchos más años que nosotros con este problema.

Al margen

El ministro de Trabajo (15-IV 2009):
"Me gustaría que fuese la última vez que tuviera que discrepar con el gobernador del Banco de España. ¿De dónde saca que pueda acabar en déficit? Desmiento la mayor, la Seguridad Social está muy lejos de tener ningún problema".

El mismo ministro de Trabajo (29-IV 2010):
"Las pensiones no tienen ningún problema en los próximos diez años, pero si no hacemos nada, los que se jubilen entre 2020 y 2030 podrían empezar a tener algunos problemas",

Y Celestino Corbacho no ha asistido al Consejo de Ministros que ha aprobado la reforma la propuesta de reforma de la Seguridad Social más importante de los últimos años.

miércoles, 27 de enero de 2010

¿Pueden los PIGS cargarse el euro?

La caótica situación de las finanzas públicas de Grecia ha vuelto a poner en el tapete las distintas velocidades de las economías de los países que integran el euro. Está la Europa central -Alemania, Francia, Benelux, Austria...- que ha sufrido la crisis pero que ya está saliendo de ella incluso con crecimientos del PIB y está la Europa periférica, con muchos problemas estructurales que se han acentuado durante la recesión; son Portugal, Italia, Grecia y España, a los que hay que añadir Irlanda. Los famosos PIGS por sus siglas en inglés, en un término acuñado por un banco de inversión y que ha terminado calando en el mundillo financiero.

Al margen de que el acrónimo nos toque la moral, es cierto que la crisis ha reabierto una herida que nunca ha terminado de cicatrizar. En la zona del euro hay dos modelos de crecimiento claros -probablemente tres si sumamos a los paises del Este-. Si cuando todos crecemos, la zona funciona más o menos sin problemas, en etapas de vacas flacas aumentan las diferencias. Y, como ocurre en cualquier crisis, los pobres tienen mucho más que perder que los ricos cuando vienen mal dadas.

Grecia, con sus problemas de déficit público y de deuda y la incapacidad del Gobierno por reconducir la situación ha sido la espoleta. Al hilo de lo que está ocurriendo allí, en medios políticos, económicos y periodísticos de Francia, Reino Unido y Alemania, se ha recordado que España tiene un déficit fiscal similar al de los helenos, o que Italia cuenta con un volumen de deuda pública también desmesurado aunque tenga las cuentas públicas más controladas. Lo mismo que Portugal, aunque este pais importa menos por su escasa contribución al PIB de la UE.

Y desde esos países se ha pasado a especular incluso con la pervivencia del euro porque la expulsión de un país del sistema monetario europeo supondría su fracaso. Por supuesto, la conclusión es que ahora mismo la moneda única no corre peligro, pero el debate que hace dos o tres años nadie en su sano juicio osaba plantear está ya en algunos análisis y entre algunos políticos.

Es peligroso ceder terreno en la recuperación. Cuando esto acabe -que terminará algún día-, la distancia que separará a los PIGS de los países motores del continente será mayor que cuando empezó. Y eso es malo para los PIGS y para Europa. La Comisión y el Banco Central se deberían haber implicado mucho más en la exigencia de medidas concretas y reformas estructurales de los países que las necesitaran, pero también en esto la crisis ha sacado a relucir los defectos del modelo de gobierno de Europa.

Porque cuando la recuperación sea un hecho constatado, el BCE tendrá que subir tipos y esa restricción monetaria va a perjudicar el crecimiento de los países más retrasados y aumentará su desventaja. Y no hay que olvidar que el empuje de los BRICS -Brasil, Rusia, India y China- obliga a la 'vieja' Europa a acelerar la implantación de un patrón de crecimiento que al menos mantenga su competitividad en el mundo.

Quizà sea tarde para 'apretar' y que la unión Europea salga de la recesión lo más cohesionada posible, pero es el momento de poner las bases para que esta situación no se repita. Con un gobierno europeo fuerte al que hagan caso los ejecutivos de los países. ¿Utópico?

Al margen
El profesor de la Universidad de Nueva York Nuriel Roubini habla sobre el futuro de la zona euro en una entrevista que hoy ha concedido a la agencia Bloomberg en Davos: lo ve incierto y dice que se corre el peligro de crear en la Unión una zona central fuerte y una periferia débil, con riesgo de que algunos de esos países tengan que abandonarla. Y señala que ahora mismo España es el mayor riesgo.

martes, 19 de enero de 2010

El mundo envejece -Europa más- y eso es malo

Gráfico sobre tendencias de la población publicado
en el núimero de diciembre del informe de coyuntura
del Servicio de Estudios de La Caixa

El debate sobre crecimiento demográfico, ecología y desarrollo económico ha alcanzado un punto clave: la máxima de que a menor fertilidad de una sociedad más desarrollada será se está poniendo en entredicho. Esta idea lanzada a partir sobre todo de los años sesenta del siglo pasado ha sido el leiv motiv de la mayoría de las políticas demográficas del mundo desarrollado y se ha exportado a zonas más desfavorecidas del planeta.

La tesis ha sonado casi al unísono entre expertos y políticos desde entonces, pero ahora, cada vez más científicos -parece que todavía no a los políticos- empiezan a dudar de sus planteamientos al analizar las consecuencias de las políticas de control de la natalidad: en los países desarrollados se ha producido un acelerado envejecimiento de la población y cuando se ha aplicado esa política en las naciones más pobres -en Asia, principalmente- a casi ninguna les ha servido para salir de ila pobreza. Recomiendo la lectura del reportaje Population: the family way publicado en el diario económico 'Financial Times' a propósito de la Cumbre de Copenhague, que incide sobre la revisión de los viejos planteamientos demográficos.

Con criterios similares ha publicado la profesora Marta Noguer un artículo titulado La vieja Europa ¿qué quiere ser de mayor? en el informe de coyuntura de diciembre de La Caixa. Es escueto, pero muy interesante para analizar un asunto en el que las autoridades no hacen demasiado hincapié, pero que es trascendental para prever el papel que Europa Occidental va a jugar en el mundo en los próximos decenios: el crecimiento demográfico.

El gráfico que acompaña esta entrada es muy significativo: en 2025, habrá menos población activa que en 2008 en la Europa de los 27 y la edad mediana de la población -la que resulta al dividir la población en dos mitades- será de 45 años. Nada que ver con la evolución que experimentarán los países emergentes, concretados en Brasil, India, Rusia y China en el artículo.

¿Consecuencias si no se pone remedio a esta situación? Dice la profesora Noguer: "De no producirse cambios drásticos en dichos patrones de crecimiento demográfico, se prevé que el envejecimiento avance, acarreando nuevos desafíos económicos para los estados europeos"

-Retrocesos en el Estado de Bienestar, porque cada vez habrá menos trabajadores que paguen las prestaciones sociales.

-Menos capacidad de producción. Si hay menos trabajadores activos lógicamente se producirá menos.

-Menos capacidad de innovación.
Menos jóvenes suponen también menos estudiantes, menos licenciados... y, por lo tanto menos capacidad para la innovación, la investigación y el desarrollo.

-En definitiva, menos peso de Europa en el mundo. Ya se está notando, como vemos con la creciente presencia de China e India en el concierto mundial y la reciente irrupcion de Brasil, que se está alineando ya con las potencias. "Es de esperar que la continuidad de la tendencia demográfica en Europa, si no se ve mitigada por aumentos notables de productividad, conlleve una retracción del peso económico de la UE en el mundo", prosigue Noguer.

El dinero es escurridizo y las inversiones se mueven hacia donde se puede obtener una mayor rentabilidad. Una gran multinacional que necesite instalar nuevos centros de investigación o de producción lo hará allá donde encuentre mejores condiciones, entre ellas y fundamental, una mano de obra preparada y competitiva..

Estímulos a la natalidad, mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, retraso de la edad de jubilación y fomento de las políticas migratorias son algunas medidas que sugieren los expertos para paliar la situación.

Pero éstas pueden ser medidas coyunturales, como dice Noguer. Hace falta una reforma estructural general en Europa que propicie un aumento de la tasa de fecundidad o un crecimiento acelerado de la productividad. para mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo.

"Hay que adaptar las instituciones y políticas vigentes a la nueva realidad -pues muchas surgieron cuando la estructura demográfica era muy distinta-y, posiblemente, acomodarse a un menor peso relativo de la UE en la economía global futura", concluye Noguer.

La ONU acaba de publicar un informe sobre la evolución demográfica del planeta que lleva a la misma conclusión: aunque de forma más lenta que en Europa, el mundo también envejece y los países más pobres empiezan a registrar tendencias demográficas similares a las de los desarrollados. Estima que en 2045 el número total de mayores de 60 años superará por primera vez al de menores de 14 en todo el mundo.

Y añade que "El envejecimiento de la población es profundo y tendrá implicaciones en todas las facetas de la vida" y menciona en concreto sus consecuencias en el ahorro, el consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, los impuestos, la epidemiología, los sistemas de salud, la composición de las familias o los flujos migratorios.

Desde la economía, la producción y el mercado, el envejecimiento de la población es un asunto preocupante. Si se me permite, el hombre es la única materia prima indispensable para garantizar el crecimiento económico y el bienestar. Ésta sí que es una cuestión de vida o muerte, si se me permite el juego de palabras.

Es imposible reducir el paro al 8% en cinco años

Por mucho que se empeñe el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. No hay más que hacer un ejercicio de realismo histórico. El gráfico adjunto recoge la evolución anual del Producto Interior Bruto (PIB) desde 1995 y el comportamiento del empleo, medido en términos de EPA en el mismo periodo. Veamos: una tasa de paro similar a la actual -que es del 19% de la población activa- se registró en 1998 y la economía española necesitó nueve años para reducirla al mínimo del periodo: 7,95%. ¿Qué caracterizó a esos once años que propiciaron la más fuerte creación de puestos de trabajo en la historia de España?

En ese periodo -ver de nuevo el gráfico- el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó a ritmos superiores al tres por ciento en términos anuales con estas características:

-La construcción creció a ritmos históricos y generó empleos como nunca en la historia de España. Se dieron años en los que se construyeron 700.000 viviendas, que todos los expertos consideran que no volverán nunca. A esto hay que sumar los puestos de trabajo creados por la industria auxiliar de la construcción -electrodomésticos, saneamientos, industria cerámica,...-, también en niveles de récord.

-Los mejores años en la historia del turismo. Esta actividad aportó cientos de miles de empleos en los sectores directamente relacionados, como la hostelería y la restauración, y sustentó también parte del incremento de ventas, como el automóvil, espoleado por la demanda de vehículos de alquier. La fuerte actividad en el turismo incide también, por ejemplo en el transporte aéreo.

-Auge del consumo. Los bajos tipos de interés impulsaron como nunca, además de la inversión en vivienda, el consumo de todo tipo de bienes. La distribución comercial vivió una de mejores etapas con la creación de centros comerciales y grandes superficies, pequeños establecimientos, etc.

Todo esto es seguro que no se va a volver a repetir de aquí a 2015 y es muy poco probable que ocurra hasta 2020. porque estos sectores motores de la última etapa de crecimiento no van a volver a tirar de la economía en el mismo grado hasta dentro de mucho tiempo, si es que vuelven a esos niveles en algún momento.

Si el Gobierno apenas se ha planteado cómo cambiar el patrón de actividad, porque la Ley de Economia Sostenible se dedica a otras cosas, y ningún analista prevé un crecimiento medio anual superior al 3% de aquí a 2015, es metafísicamente imposible recortar la tasa de paro al 8% en los próximos cinco años, ni siquiera volver al ritmo de creación de empleo de los primeros años del siglo.

Al que esté más interesado en el asunto, recomiendo el trabajo que acaba de publicar Fedea titulado 'Propuesta para la reactivación del mercado de trabajo en España', que podéis encontrar en www.crisis09.es/propuesta.

viernes, 8 de enero de 2010

Ahora toca defender a Zapatero. ¿alquien lo entiende?

The Economist ilustra con esta viñeta su reportaje la presidencia europea de España en el que critica al presidente del Gobierno.

La creciente oleada de críticas de los últimos días contra el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por parte de la prensa extranjera ha exacerbado los ánimos de algunos comentaristas españoles, incluidos algunos de los más conspicuos detractores del presidente.

Hay quien, incurriendo en el error que muchas veces ellos mismos critican, confuden el individuo con el colectivo y creen que si The Economist o Financial Times afean algo a Zapatero están machacando a todos los españoles.

Al presidente se le puede dar desde la izquierda o la derecha, por arriba o por abajo, pero siempre que los golpes no lleguen desde el norte de los Pirineos: sólo los españoles tenemos derecho a criticar al presidente de nuestro Gobierno.

Es cierto que los editoriales y reportajes de estos días pueden escocer, pero es lo que tiene la exposición pública de algo cuando ese algo no es del todo presentable.

La presidencia de turno de la Unión Europea ha llevado a Zapatero a un primer plano más allá de nuestras fronteras. Las propuestas que lleve a cabo y las decisiones que adopte en estos meses van a afectar a ciudadanos y a empresas de toda la Unión. Por eso los europeos tienen derecho a criticar al presidente del Gobierno español. Por eso no entiendo las reacciones carpetovetónicas -nacionalismo españolista trasnochado- que parecen fluir desde algunos sectores sociales.

Desde los mismos, por cierto, que no tuvieron reparos en comparar al estadounidense George W. Bush con el demonio más demoniaco, al italiano Silvio Berlusconi con su connacional Giacomo Casanova o al cubano Fidel Castro con las momias egipcias.

La imagen de Zapatero refleja lo cosechado por sus méritos. Antes, en España; ahora, y con menos benevolencia quizá, también en Europa. Aceptémoslo. Somos europeos para lo bueno y para lo malo y en este caso, el problema no son los otros, sino él.

¿Villalonga el mejor ejecutivo español?


Juan Villalonga, presidente de Telefónica entre 1996 y 2006

Harvard Bussines Review
, la revista económica de la Universidad de Harvard acaba de publicar una clasificación con lo que llaman los cien mejores ejecutivos de la historia, en la que aparecen dos españoles. En el puesto 33º se encuentra Juan Villalonga que fue presidente de Telefónica entre los años 1996 y 2000, y en el 37º está Florentino Pérez, presidente de ACS desde 1997. El primero de la lista es el consejero delegado de Apple, Steve Jobs.

La clasificación, la primera que se hace de este tipo en el mundo, se ha realizado en función del retorno a los accionistas -rentabilidad total, sumando revalorización de la acción, dividendos y otros- que han logrado esos ejecutivos durante el tiempo que han estado al frente de la compañía. Así, según los datos del informe, Villalonga consiguió un aumento de la capitalización de Telefónica de 127.000 millones de dólares y un retorno a los accionistas un 252% superior a la media del mercado español y del 219% por encima del sector de telecomunicaciones.

Pérez, por su parte, aparece también destacado porque desde que asumiera la presidencia de ACS y hasta el pasado 30 de septiembre sumó 16.000 millones de dólares a la
capitalización de compañía y el retorno a los accionistas superó un 536% a la media de la bolsa y un 751% a su sector.


En efecto, la clasificación sorprende porque dar el título de mejor ejecutivo de la historia de España a Juan Villalonga mueve, cuando menos, al escepticismo si se conoce la trayectoria del ex presidente de Telefónica y lo que pasó con la compañía poco después de que la abandonara. Acuérdense del peregrinar de Terra y Telefónica Móviles en bolsa, del coste que tuvo para la operadora los concursos para las licencias de telefonía móvil UMTS en Europa o la ruinosa compra de Endemol. También hay que recordar que Villalonga navegó a favor de la corriente bursátil durante su etapa, pues pilló lo mejor de la burbuja tecnológica.

Pero el estudio de la Harvard Bussines Review trae a colación un asunto capital y que ahora se halla en su revisión más profunda: la gestión especulativa en el corto plazo. Por eso creo que hay que matizar mucho esta clasificación cuando se analizan periodos cortos de tiempo. Ocurre lo mismo que con los bonus: si me premian por mi trabajo en los próximos dos años, lucharé por cumplir como sea los objetivos que me han impuesto. Después, me dará igual lo que ocurra con la compañía. Con todo esto, ¿cree usted que Villalonga es el mejor ejecutivo español de la historia?

domingo, 3 de enero de 2010

El pacto educativo es una necesidad económica

Es una de las mejores noticias del final de año: es posible un pacto educativo entre las dos grandes fuerzas políticas española. Lo considero una necesidad también económica. Retomo aquí una entrada a este blog del 22 de abril de 2009, poco después de que el entonces nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, declarara su intención de luchar por un gran acuerdo nacional:

Primera reforma estructural: la educación

La educación es uno de los temas prioritarios que aparecen cuando comentas con algún experto en economía sobre las ya manidas reformas estructurales que necesita este país.

Y es así porque la educación tiene una importancia económica primordial. De los frutos que ofrezca el sistema educativo dependen cosas tan importantes como la productividad laboral, la capacidad de innovación, el desarrollo de la I+D, la generación de cuadros medios y directivos empresariales, la aparición de emprendedores...

Caminar, pues, hacia un nuevo modelo de crecimiento pasa por la reorganización del sistema educativo. No esperemos que mientras España ocupe los últimos lugares de los países desarrollados en materia educativa, los abandonemos en potencial económico cuando esos alumnos deficientemente educados se vayan incorporando al mundo laboral y profesional. Es una obviedad, pero hace falta que nos lo recuerden.

Propongo dos puntos de partida sobre los que debería asentarse una reforma en profundidad de la educación en España. Me refiero sobre todo a la enseñanza obligatoria.

-Acabar con la politización. Es el paso previo ante cualquier reforma. Para ello, debería establecerse por ley la obligatoriedad de consensuar las leyes marco que modelen el sistema educativo. Mientras eso no se consiga, seguiremos saliendo a ley de educación por partido en el poder como prácticamente ha ocurrido desde la transición y así es imposible avanzar.

Esta despolitización tendrá que afectar necesariamente a las comunidades autónomas. Hace falta también una 'unidad de mercado' -si se quiere llamar así- en el sistema educativo. Que las comunidades autónomas tengan todas las competencias en materia de educación no quiere decir que legislen contra el Gobierno central. Hay que buscar entre todos el sustrato sobre el que construir.

Al final, el estudiante catalán, andaluz o cántabro va a tener que 'pelear' por un puesto de trabajo en cualquier parte de España -o del mundo, si se me apura- y a ello debe ir encaminado el proceso educativo. Lo contrario sería ir en contra del mismo estudiante y, en definitiva, de la futura generación de riqueza de esa comunidad autónoma.

-Defender y fomentar la libertad de empresa educativa. Cuando conoces un poco la enseñanza privada en España -sobre todo la concertada- a veces tienes la sensación de que le estás arrancando a los poderes públicos el derecho exclusivo de educar y debería ser todo lo contrario. La falta de presupuestos y de ayudas y una legislación demasiado intervencionista convierten en una heroicidad montar y sacar adelante centros privados o concertados. Como ejemplo, valga la última ocurrencia del Gobierno de Cantabria de retirar el concierto a un colegio porque sólo imparte clases a niños.

En cambio, tiene toda la lógica que los poderes publicos impulsen la participación de la iniciativa privada en los primeros niveles del sector educativo. Es más, deberían ser los primeros interesados en su desarrollo y en sufragarla. Seguro que es menos oneroso para el erario, pero sobre todo mucho más en consonancia con la libertad de enseñanza recogida en la Constitución.

Hasta aquí el comentario de abril. Aprovecho para recordar el artículo 27 de la Constitución, que considero el mejor punto de partida para la negociación de ese acuerdo.

1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que este de acuerdo con sus propias convicciones.

4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.

6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.

7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la Ley establezca.

8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las Leyes.

9. Los poderes públicos ayudaran a los centros docentes que reúnan los requisitos que la Ley establezca.

10. Se reconoce la autonomía de las Universidades en los términos que la Ley establezca.

Al margen: por un mejor 2010
Lo dicho. Es una buena noticia para cerrar un año muy complicado en todos los sentidos. Deseo a todos que 2010 se presente mucho mejor. Al menos, que tengamos fuerzas para superar los retos que nos lleguen y alcanzar los objetivos que nos propongamos.