jueves, 2 de marzo de 2023

Telecinco, cuando la telebasura deja de ser rentable

La pérdida del liderazgo televisivo de la cadena Telecinco, del grupo Mediaset, y el cambio de directivos ha supuesto una revolución en la gestión que puede poner fin a un modelo basado en la rentabilidad de la telebasura, al menos mientras la audiencia siga abandonando ese tipo de contenidos.

El 23 de abril de 2000 Telecinco estrenó un programa que marcó historia en la televisión española: Gran Hermano, el primer reality show (veinticuatro horas en directo sobre la supuesta realidad que vivían diez jóvenes encerrados en una casa) que colocó a la cadena en su mejor dato de audiencia desde su nacimiento. El primer programa de Gran Hermano congregó en su estreno a 5,29 millones de espectadores, el 36,5% de cuota de pantalla, y despidió la primera temporada el 21 de julio con 9,10 millones de espectadores y un 70,8% de cuota. Telecinco terminó el ejercicio como la televisión más vista en España, con un 22% del mercado.

Desde entonces y hasta 2021 –excepto algún año que fue superada por RTVE–, Telecinco ha sido la televisión más vista y ha basado su programación en los reality shows –a Gran Hermano le sucedieron diversas variaciones con formato similar hasta llegar a La isla de las tentaciones– y en los programas de tertulia sobre la prensa rosa. Unos programas que han terminado degenerando en una auténtica exposición de intimidades de personajes públicos con peleas familiares, uniones, separaciones… que llenaban las pantallas de horas y horas de cotilleos y de morbo social. Telecinco es el exponente europeo más claro de la denominada telebasura...

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