jueves, 26 de agosto de 2010

No pagar al que no quiera trabajar


"Gano 1.200 euros en el paro y me quedan quince meses. Ya me plantaré trabajar cuando llegue el momento". Me lo decía casualmente alguien con quien he coincidido este verano pocos días antes de que el Gobierno hiciera pública su intención de retirar las prestaciones por desempleo a los parados que no acepten un trabajo o no acudan a los cursos de formación que les proporcione el servicio estatal de empleo.

Quizá sea una de las medidas más acertadas que pueda tomar el Ejecutivo para intentar poner remedio un anquilosado sistema de protección del desempleo que se ha basado -con todos los Gobiernos- simplemente en dar un dinero al que no tiene trabajo en lugar de promover de forma activa su reincorporación al mundo laboral, bien con un nuevo trabajo o bien facilitando su reinserción con cursos de formación específicos.

Pero no olvidemos que ése es ya el objetivo principal del Servicio Público de Empleo Estatal –el antiguo INEM- y los resultados prácticos defraudan absolutamente: como publica hoy Elmundo.es, sólo el 3% de los contratos que se firman en España se sellan gracias a la gestión del servicio público; es decir, se encuentra absolutamente al margen de la realidad del mercado laboral español.

Algo lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta por ejemplo, como señala el mismo reportaje de Begoña P. Ramírez, que de los 39.000 millones de euros que gestionan los Servicios Público Estatal de Empleo, 31.000 millones se destinan al pago de las prestaciones de los parados y sólo 941 millones se dedican a cursos de formación para desempleados.

Es muy positivo que el Gobierno haya bajado a la realidad en un tema espinoso y no se haya dejado llevar por el electoralismo. Pero todavia hay que ver con qué recursos va a contar el Ministerio de Trabajo para va a llevar a cabo esta propuesta. En definitiva, el antiguo INEM tendrá que gestionar en serio los curriculum de 4,6 millones de parados -esperemos que menos cuando entre en viigor el nuevo sistema- si quiere convertirse en una verdadera agencia de colocación. Imposible con los medios actuales. Veremos con la reforma.