Tres: El déficit de la Seguridad Social va a superar los 18.000 millones de euros este ejercicio. Cuatro: Después de decenios en los que los distintos gobiernos se han cansado de decir que las pensiones están garantizadas, por fin una voz oficial autorizada baja a la realidad y afirma que el modelo actual no es viable más allá de los 10 años: «El sistema tiene arreglo para los próximos 10 años, pero luego habrá que volver a pensarlo», comentaba el miércoles el secretario general de la Seguridad Social, Octavio Granado. Y añadía la causa que éste y otros Ejecutivos se han negado a poner en primer plano hasta ahora: la evolución demográfica en España, que llevará en los próximos años a la jubilación de la generación del baby boom.
En otras palabras, Granado dijo que o se le da la vuelta al sistema o se va al garete. Esto quiere decir que si usted tiene menos de 55 años -y a lo mejor lleva ya 25 cotizando- no tiene garantizada en estos momentos una jubilación digna... por la que ha estado pagando al Estado todos esos años de carrera profesional.
Y cinco: Con todo esto, es decir, con el sistema haciendo agua y con fecha de caducidad puesta ya casi oficialmente, los señores diputados del Pacto de Toledo deciden un acuerdo de revalorización anual que incluye una subida de las pensiones «en base al IPC real». Entre otras razones, porque «no nos ponemos permitir el lujo de tener pensionistas que sean pobres», como decía ayer la portavoz socialista en la comisión del Pacto de Toledo, Mercé Perea.
Pues bien, o esa revalorización «en base al IPC real» esconde alguna triquiñuela para que en la práctica no sea así, y los políticos nos están engañando a corto plazo, o vuelven a colocar otro peso sobre un modelo de pensiones públicas que ya no soporta nuevas cargas y nos están engañando a largo plazo.
Lo que no es de recibo es que, como decimos, a la vez que el Gobierno reconoce que esto no da más de sí, el Pacto de Toledo apruebe una medida que ahoga mucho más el sistema. No se me ocurre otra explicación que la electoral: hay que amarrar los votos de los nueve millones de pensionistas de hoy... ¿Dentro de 10 años? En política eso es un mundo, a pesar de la juventud de nuestros líderes políticos. Repito: si tiene menos de 55 años, póngase un poquito nervioso. Esta vez lo ha dicho el Gobierno, por fin.
Y cinco: Con todo esto, es decir, con el sistema haciendo agua y con fecha de caducidad puesta ya casi oficialmente, los señores diputados del Pacto de Toledo deciden un acuerdo de revalorización anual que incluye una subida de las pensiones «en base al IPC real». Entre otras razones, porque «no nos ponemos permitir el lujo de tener pensionistas que sean pobres», como decía ayer la portavoz socialista en la comisión del Pacto de Toledo, Mercé Perea.
Pues bien, o esa revalorización «en base al IPC real» esconde alguna triquiñuela para que en la práctica no sea así, y los políticos nos están engañando a corto plazo, o vuelven a colocar otro peso sobre un modelo de pensiones públicas que ya no soporta nuevas cargas y nos están engañando a largo plazo.
Lo que no es de recibo es que, como decimos, a la vez que el Gobierno reconoce que esto no da más de sí, el Pacto de Toledo apruebe una medida que ahoga mucho más el sistema. No se me ocurre otra explicación que la electoral: hay que amarrar los votos de los nueve millones de pensionistas de hoy... ¿Dentro de 10 años? En política eso es un mundo, a pesar de la juventud de nuestros líderes políticos. Repito: si tiene menos de 55 años, póngase un poquito nervioso. Esta vez lo ha dicho el Gobierno, por fin.
(Publicado en El Mundo el 28 de septiembre de 2018: http://www.elmundo.es/economia/2018/09/28/5bad32eb22601dbd168b4679.html)