domingo, 8 de marzo de 2020

Somos vulnerables

UN VIRUS nos está mostrando lo vulnerables que somos. Una gripe desconocida hasta ahora puede paralizar el mundo. Literalmente. Se nota en la reducción de los movimientos de personas, en la cancelación de eventos multitudinarios y en el frenazo económico. Hemos visto la repercusión que ha tenido la suspensión del Mobile World Congress de Barcelona y veremos qué pasa con los Juegos Olímpicos, la celebración emblema de nuestra época.
El coronavirus logra lo que no consigue ni el racismo -suspender competiciones deportivas- ni el odio a la religión, que no haya misas. Incluso un emblema como el museo del Louvre ha cerrado sus puertas. La epidemia llegará a todo el mundo antes o después, como vaticinan los expertos, a la vez repiten que su incidencia mortal es mínima. El coronavirus está atacando la libertad de movimientos de las personas.
También estamos viendo lo vulnerables que somos en la economía. Las bolsas ha perdido alrededor del 10% de su valor en la última semana, la peor desde la crisis del euro en 2010. El dinero, que vagaba por todo el mundo, también tiene miedo, ha decidido recluirse en sus cuarteles. Se refugia en lo conocido. ¿Quién invierte ahora en la bolsa china? Por temor al coronavirus los capitales dejan de moverse libremente por todo el mundo.
Hay grandes empresas, casi inamovibles, como Apple, que ya han anunciado que no podrán conseguir el objetivo previsto de ventas y beneficios por el coronavirus ante la dificultad de que lleguen los componentes que necesita para fabricar sus dispositivos. Y como Apple, miles de compañías de todos los sectores. La epidemia también está frenando la libertad de movimiento de mercancías.
Hasta la OCDE habla de riesgo de recesión. Un virus está consiguiendo restringir la libertad de movimientos de las personas, de los capitales y de las mercancías. Aquello por lo que ha soñado el liberalismo de los últimos tiempos y que también se ha denominado la globalización. Se están tomando decisiones que ni en caso de guerra. Hay una sensación cierta de que el mundo se está parando.
Todo ello se da en un momento en la que la' libertad de movimientos' de la información es mayor que nunca. Somos vulnerables y es bueno que pensemos sobre ello.
Y otro asunto. El Gobierno del diálogo que dialoga sólo de lo que le interesa aprueba hoy una ley de enseñanza -la enésima- sin consenso de la comunidad educativa ni de la oposición. Será otro fracaso. El enésimo.
(Publicado en El Mundo el 4 de marzo de 2020)

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