domingo, 3 de abril de 2016

No sufran, es imposible ahorrar 24.000 millones


Tras conocerse la grave desviación del déficit público en 2015, todas las miradas se han puesto en el próximo Gobierno y su margen de acción para reorientar las cuentas públicas. Rajoy y Montoro dejan un pufo de 24.000 millones de euros que habría que eliminar este año si queremos, por primera vez en la historia reciente, cumplir los compromisos pactados con Bruselas, es decir, dejar el déficit en el 2,8% al final de este ejercicio.

Pero no se preocupen porque eso es prácticamente imposible, a no ser que el próximo Ejecutivo deje ya en la raspa a los españoles. Veamos algún ejemplo.

¿Se acuerdan de aquel histórico 12 de mayo de 2010 en el que el presidente Zapatero se cayó del caballo socialdemócrata? Ese día, el líder socialista, después de haber hablado con dirigentes de todo el mundo, y ante la gravísima situación económica, anunció medidas drásticas para reducir el gasto de forma inmediata. Éstas fueron algunas:

1. Reducción del 5% de las nóminas de los funcionarios en 2010 y congelación para 2011.Afectó a 2,5 millones de españoles y el ahorro estimado era de 4.000 millones de euros.

2.Se suspendió para 2011 la revalorización de las pensiones. Afectó a unos 8,6 millones de españoles. El ahorro era de 1.500 millones.

3.Eliminación del recién creado cheque-bebé. Otros 1.500 millones de euros

4. Recorte de 600 millones en Ayuda oficial al Desarrollo y de 6.045 millones en inversión pública industrial.

5.Reducción de otros 1.500 millones en transferencias a las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

6. Se eliminó la retroactividad en el cobro de las prestaciones por dependencia. Sin cuantificar.

Si suman todo este paquete de medidas, como ven, ambicioso, y que a la postre le costó al año siguiente las elecciones al PSOE, el recorte de gasto previsto era de ¡15.000 millones de euros! en planes que tenían dos años de vigencia.

Hoy, para cumplir, el Gobierno que llegue -si es que llega...- debería buscarse las mañas para reducir el déficit, como decimos, en 24.000 millones: 9.000 más que entonces y en sólo seis meses, suponiendo que se formara ya un Ejecutivo con capacidad de actuación. Si tenemos en cuenta que por el lado de los ingresos hay poco margen, ¿qué plan de recortes debería preparar para conseguirlo? Imposible, como ven, por mucha tijera que blandiera el sucesor de Montoro. Bruselas tendrá que seguir haciendo excepciones.

Por eso, el Banco de España prevé un déficit del 4,4% para este año, sólo ocho décimas por debajo del registrado en 2015.

@vicentelozano

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