LA SEMANA pasada el Wall Street Journal ofertaba unos 40 nuevos puestos de trabajo en su redacción. No es mucho si se tiene en cuenta que el periódico emplea a casi 2.000 periodistas, pero, aparte de que no deja de ser noticia que un diario aumente su plantilla en estos tiempos, y aunque no es un fenómeno nuevo, me llamaron la atención las características de los empleos que requería el medio para su redacción, es decir, implicados en la elaboración de contenidos: «La lista incluye a desarrolladores, diseñadores, gerentes, ingenieros, especialistas en datos y también, fundamentalmente, a periodistas. Ellos crearán contenido original, historias y noticias, y serán un recurso para el cambio en nuestras oficinas y áreas de cobertura», dice la nota del WSJ.
Las nuevas contrataciones se dividen en cinco grupos. Uno es el de jóvenes audiencias, y tiene los objetivos de crear contenidos específicos para este segmento emergente y conocer hacia dónde se dirigen los gustos de los lectores que hay que incorporar al periódico.
El segundo equipo se denomina Membership Engagement, algo así como interacción con la audiencia, y su finalidad es buscar productos con los que enganchar a los lectores. Esto va desde la búsqueda de titulares más adecuados, hasta la creación de boletines y newsletters, pasando los contenidos que animen a la participación de los lectores en el diario.
Un tercer equipo se dedica a la innovación y diseñará nuevos productos periodísticos. El cuarto está especializado en el análisis de datos; diseñará modelos predictivos sobre las preferencias de la audiencia. Y, por último, parte de las nuevas contrataciones se incorporarán al departamento de I+D, para investigar sobre la Inteligencia Artificial o las fake news.
Cierto que estos nuevos cometidos sólo los puedes poner en marcha cuando tienes periodistas que buscan y consiguen noticias que interesan a los lectores. Es imposible desarrollar comunidad o investigar por dónde van las nuevas audiencias si no hay buenos contenidos. Estos trabajos son parte de lo que supone la digitalización del negocio para la empresa periodística y tienen como objetivo ofrecer un mejor producto. Y el Wall Street Journal -como otros grandes diarios- lo puede hacer porque más de un millón y medio de lectores pagan también por la edición digital del diario. Dos conclusiones: si usted quiere un periodismo mejor, debe pagarlo. Y si usted paga, el periódico debe ofrecerle un periodismo mejor.
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